
Un chico de segundo curso fue invitado a hablarnos y a darnos a conocer su experiencia Erasmus, y la
verdad, puse mucha atención a su relato. Mientras iba contando e iba dando
detalles de lo vivido, más me picaba el gusanillo y me aumentaban las ganas de
querer ser yo la que viviera esa experiencia.
Superado el primer curso, muy pronto comenzaba el segundo
sin apenas darme tiempo a “respirar”. Es un año intenso con la teoría en menos
de 6 meses, y la práctica de 3. Empiezas pensando que acabe lo antes posible
porque lo que más deseas es