Dicen que lo bueno, si es breve, dos veces bueno. Así podría
resumir el viaje que emprendí el 3 de mayo hacia la que llamaría como una de
las experiencias más bonitas que me ha regalado la vida. Comencé a oír hablar
sobre ella en primer curso del Ciclo Formativo de Grado Medio de Atención a
Personas en Situación de Dependencia, el cual, empecé con mucho interés sobre
la ayuda a personas con algún tipo de dependencia.
Un chico de segundo curso fue invitado a hablarnos y a darnos a conocer su experiencia Erasmus, y la
verdad, puse mucha atención a su relato. Mientras iba contando e iba dando
detalles de lo vivido, más me picaba el gusanillo y me aumentaban las ganas de
querer ser yo la que viviera esa experiencia.
Superado el primer curso, muy pronto comenzaba el segundo
sin apenas darme tiempo a “respirar”. Es un año intenso con la teoría en menos
de 6 meses, y la práctica de 3. Empiezas pensando que acabe lo antes posible
porque lo que más deseas es